Por: Silvestre Faya
Psicólogo y Sexólogo
Muchas mujeres temen a la hora de tener intimidad en la cama y argumentan dolores de cabeza, cansancio o cualquier otra excusa; de la misma forma, son muchos los hombres que se duermen tarde, viendo televisión o pretextando trabajo para no consumar su sexualidad marital. El hombre que ha pasado por la experiencia de perder la erección a medio encuentro íntimo o no haberla logrado, puede llegar a experimentar pavor a las relaciones sexuales.
En la actualidad los medicamentos vasodilatadores como: viagra, cialis o levitra han resuelto muchos casos de disfunción eréctil. Pero, ¿qué ocurre con las personas que a pesar de buenos consejos, terapias sexuales, medicamentos o incluso procedimientos médicos, continúan impotentes ante la intimidad sexual?
Lo que más perjudica al hombre que padece disfunción eréctil o franca impotencia sexual, es su ignorancia en el tema y la vergüenza de acudir con un especialista a pedir ayuda. No es suficiente con tomar una pastilla antes de la relación sexual, para arreglar una auto estima sexual deteriorada.
La mayoría de los varones, por no decir todos, son inseguros y ante la menor observación de su contraparte sexual, sobre el desempeño íntimo, reaccionan con estrés y este puede mantenerse activo por horas, días, meses y causar una erosión profunda en la capacidad sexual del hombre.
No es suficiente tomar una pastilla, usar una inyección vasodilatadora, una bomba de vacío o cualquier otro artilugio sexual. Es muy importante mirar el interior de la mente de cada hombre y sumergirse en sus pensamientos, sentimientos y creencias; algunas totalmente infundadas, pero consideradas verdaderas.
MITOS DE LA RELACIÓN SEXUAL EN PAREJA
- Fallar una vez, no significa padecer disfunción eréctil permanente.
- Ningún hombre sobre la tierra, todas las veces ha alcanzado sus erecciones y las ha mantenido firmes todo el tiempo. Si alguien dice esto, simplemente, miente.
- Las mujeres sólo quieren penetración.
- Otra mentira ampliamente extendida por varones simplones que reducen la intimidad sexual a la penetración vaginal, son falocráticos. Creen que el falo o pene, es el rey de la sexualidad y se equivocan.
Mantener la escucha activa, hará la diferencia
Escuchen a las mujeres, son francas o sutiles, pero hablan no solo con palabras, sino con gestos, conductas y silencios. Si realmente el hombre escucha a su compañera sexual, reconocerá que ella demanda cuidado constante y mil atenciones. Si se olvida de la etiqueta sexual, la mujer mostrará rechazo o negación al encuentro sexual.
Buscar el orgasmo simultáneo
Existen parejas que llegan a tener cierta simultaneidad, pero no es la norma. Cada quien tiene su propio ritmo y es importante conocerlo, respetarlo y aprovecharlo en mutuo beneficio.
¿Por cuantos encuentros sexuales va?
Si es por uno y en ese falló, entonces todo está perdido, pero la biología nos dice otra cosa. ¿Sabe usted que, en cada emisión de semen, hay al menos 150 millones de espermatozoides? Y que probablemente ¿hasta muy avanzada edad será fértil?, esa es la realidad. Su potencial biológico se mantendrá efectivo, si tiene emisiones seminales frecuentes, pues de esta forma estará renovando sus espermatozoides.
Dejarse en último lugar es victimizarse
Si la búsqueda de placer con la pareja es el cemento que los une, entonces el placer obtenido generará nuevamente el deseo del encuentro.
En caso de crisis
No se quede callado, no asuma que todo acabó o que las medicinas o procedimientos fallaron y no hay nada que hacer.
Las mujeres platican entre sí. ¿Las ha visto cuando en grupo van al sanitario? Nunca verá a un grupo de hombres hacer lo mismo, porque la cultura ha impuesto reservar sus emociones para verse fuertes. Pedir ayuda marcara la diferencia. No se quede callado.
Saliendo avante
La llamada disfunción de la erección o la temida impotencia sexual, son etiquetas acuñadas para definir conceptos medico psicológicos, no son la última palabra, ni determinan los resultados finales en cada persona.
Actualmente se cuenta con más recursos médico-psicológicos para ayudar a recuperar o mejorar el desempeño sexual de hombres y mujeres, sólo se requiere pedir ayuda.
En mi experiencia profesional como psicólogo-sexólogo, el obstáculo más grande a enfrentar es la aceptación de estar frente a un problema y dar un paso adelante.