La Organización Mundial de la Salud se reunirá con los países europeos para compartir información sobre la nueva variante del coronavirus que ha surgido en el Reino Unido.
El director de la oficina regional en Europa, Hans Kluge, ha informado en su cuenta de Twitter de que convocará a los Estados miembros para “hablar sobre las estrategias de testeo, reducción de transmisión e información sobre los riesgos”.
Kluge considera “prudente” limitar los viajes hasta que haya “mejor información”, pero puntualiza que “las cadenas de suministro para productos básicos y los viajes esenciales deben seguir siendo posibles”.
En diciembre del año pasado, una nueva cepa de Covid se empezó a propagar rápidamente en Gran Bretaña y suscitó gran preocupación en el mundo, y principalmente entre los países vecinos europeos, algunos de los cuales decidieron suprimir las conexiones de transporte.
La cepa, detectada en septiembre, a la que algunos expertos se refieren como el linaje B117, no es la primera variante nueva del virus pandémico que surge, pero se dice que es hasta un 70% más transmisible que la cepa anteriormente dominante en el Reino Unido.
La principal preocupación es que la variante es significativamente más transmisible que la cepa original. Tiene 23 mutaciones en su código genético –un número relativamente alto de cambios– y algunos de ellos están influyendo en su capacidad de propagación. Los científicos dicen que es 40% a 70% más transmisible.