TANATÓLOGA
Susana Dingler es la pionera de la tanatología en la Laguna, es fundadora de espacios donde se da servicio tanatológico a quien lo solicite, en las Clínicas 16 y 71, Hospital Universitario e Infantil y actualmente cuenta con Tanatología Casa del Alma, donde además de atender se imparten talleres.
Es coordinadora del Diplomado de Tanatología en la Universidad Iberoamericana campus Torreón, catedrática de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila unidad Laguna.
¿Qué es la tanatología?
Es una disciplina que estudia la muerte, sus ritos y sus significados, además se encarga de encontrarle el sentido al proceso de una pérdida, es concebida como una disciplina profesional que integra a la persona como un ser biológico, psicológico, social y espiritual para vivir en plenitud y marcar su trascendencia.
¿Cuáles enfermedades pueden desprenderse de un duelo mal procesado?
Pueden ser varias, pero creo que las que más destacan son las de índole mental, porque cuando se tienen pérdidas, vienen los pensamientos depresivos, en algunos casos conductas suicidas y por lo regular aparece la ansiedad, alteraciones en el sueño, y cuando el dolor te carcome, pueden llegar las enfermedades cardíacas, presión arterial, son de las más comunes que podemos encontrar.
¿Qué aporte da la tanatología en esta pandemia de COVID-19?
Un tanatólogo está para escuchar en los momentos de crisis y lo que ahora mismo estamos viviendo es una crisis total, en diferentes sentidos, hay quien perdió su empleo, un ser querido que no pudo despedir. Hay otra faceta del duelo, al estar en confinamiento por covid, las personas se enfrentan a sus propios miedos, entre los que está, el temor a la muerte, que ahora con este virus se hace más latente. Y es ahí donde el especialista en tanatología acompaña y trata de dar sentido al aquí y al ahora.
¿Por qué es importante acudir a un tanatólogo cuándo se sufre una pérdida?
Cuando se tiene una pérdida es muy común que no llevemos a cabo el proceso, no le demos el tiempo a nuestra mente y corazón de aceptarla y lo que hacemos es no darle la importancia. La realidad es que cada pérdida necesita su espacio, su duelo, su proceso, en donde se pasa por todas las etapas, para entonces darle un significado y es justo para todo esto, que está el tanatólogo; para escuchar, para acompañar y así dar un nuevo sentido a la vida, después de haber pasado por una pérdida.
¿Cómo ayuda un tanatólogo a una persona que ha perdido la salud?
Todo es parte de un proceso de la vida misma, es decir cuando me he encontrado con personas que han perdido su salud, por ejemplo, aquellas que ya pasan por un proceso de diabetes, les digo que se haga amigo de la enfermedad, y que vean que ellas no son la diabetes, sino que pasan por un proceso y que esto viene a darle un nuevo significado a su vida. Es ahí donde el tanatólogo acompaña y trata de que la persona vea que es lo que necesita su cuerpo para sentirse mejor, cada quien conoce su cuerpo, se trata de charlar con él y escuchar qué es lo que está pidiendo.
¿Cuáles son los espacios en los que consulta?
Tenemos como grupo algunos espacios en hospitales como es la Clínica 16 y 71 pero ahora con la pandemia están suspendidas temporalmente, otro espacio que se tiene es el Hospital Universitario, en donde se hace lo posible por atender a algunas personas, y particularmente tengo un espacio que se llama Tanatología Casa del Alma, aunque por esta pandemia estoy atendiendo en línea por videollamada.
¿Cuál sería su mensaje para la población en esta pandemia, desde la óptica de la tanatología?
Considero que cada uno tenemos una experiencia que contar, hay valores que estaban olvidados y he visto como ahora han salido, la unión familiar es uno de ellos, la solidaridad, al cuidarnos unos a los otros.
Fomentemos todos esos valores que nos enseñaron y pongamos en práctica el amor a nuestros semejantes, cuidando de nosotros y cuidándolos a ellos.